jueves, 28 de mayo de 2009

Cada día se va reafirmando la noticia...



Adam Lambert, de ídolo a reina
American Idol es algo así como la versión norteamericana de Operación Triunfo y uno de los shows televisivos más vistos en Estados Unidos cada temporada desde su primera edición en el año 2002. En su particular cantera de ‘triunfitos’, gays han sido multitud, aunque sólo uno de ellos tuvo el coraje de salir del armario, una vez, eso sí, la competición hubo acabado.En la edición que ha terminado la semana pasada, ha habido un participante que ha brillado por encima de todos ellos, Adam Lambert, un explosivo emo angelino de 27 años, que se ha convertido en un inesperado fenómeno sociológico desde su debut en el programa, siendo objeto de discusión con la cajera, de opiniones divididas con mi compañera de mesa, o de, por fin, excusa de diálogo con mi vecino. Sus apariciones constantes en portadas de magazines lo han hecho un rostro familiar incluso a aquellos que no han visto uno sólo de los shows. Pese a todo eso y ser, de viva voz el favorito de más de un miembro del jurado (por ejemplo, Simon Cowell: ‘La idea es encontrar una estrella internacional, y creo que la hemos encontrado contigo‘, o Paula Abdul: ‘Los adjetivos no pueden expresar lo que has traído a este programa‘), Lambert quedó segundo en la final del mismo.Los motivos se le escapan a la mayoría. Kris Allen, de rostro sosito y tal vez menos futuro que unos calzoncillos de piel de erizo, se calzó los zapatos de cristal en una noche mágica. Otros aventuran que la Fox, emisora del programa y de tendencia derechista e incluso extremoderechista, ha sido influencia de peso para que Adam Lambert, sobre cuya sexualidad no ha dicho ni pío, pero cuyas numerosas fotos en internet, comiéndole las babas a su chico y sus maneras, elevan claramente la posibilidad de que el encantador cantante de ojos azules sea uno de los nuestros, no haya resultado ganador.Lambert KissingSu rostro aún en proceso de formación (a mí jamás unos cachetes sin madurar me han hecho restar morbo a nadie desde que Ricky Nelson humedeciera calzones y bragas cantando coplas a Mary Lou), no es obstáculo para que muchos se lo estén sorteando ya. Adam está grabando su primer disco en solitario, los miembros de la banda Kiss han aplaudido su talento y presencia en el escenario, y otra formación británica, fundamental en la historia de la cultura gay, parece quererlo ahora para sustituir a una leyenda absolutamente insustituible.Y es que Brian May y Roger Taylor, que jamás fueron capaces de asumir con dignidad la muerte de Su Graciosa Majestad en 1991, quieren ahora que Adam Lambert sea, aún prestado por un tiempo, el nuevo Freddie Mercury. La operación que no cuajó con Elton John o George Michael en sucesivas intentonas fallidas, y desde luego de ningún modo con Paul Rodgers, al que siempre le quedaron grandes los zapatos del más carismático cantante rock de la Historia, se resisten a retirarse y disfrutar sencillamente de sus cuentas billonarias, sacando partido a una leyenda y unas canciones que jamás fueron las mismas en labios de otros. ¿Conseguirán que Adam Lambert, seguidor de ‘Gossip Girl‘ y adorador de David Bowie, caiga en la trampa del escenario fácil? A mí no me caerá mal por ello el dulce emo, pero pese a que voz no le falta…... va a ser mejor que no caigas en la trampa, Adam. Me caes de cojones tal como estás. Y sí aún así no acabas de aclararte, dale un repaso al siguiente vídeo. Dios sólo hubo uno y ‘trinó’ de acuerdo a su majestad.Mucha suerte en todo caso, guapo.